Ir al contenido principal

Dejar, Mantener, Cambiar


Seguramente la mayoría de los que compartimos esta columna (quizás todos), hemos sentido en algún momento frustración… Ante un proyecto que no se cristaliza como esperamos, ante un trabajo que no llega nuestras expectativas, ante un jefe que me exige más de lo que quiero o puedo dar, ante una pareja que no se ajusta a nuestro propio ideal.

Las razones pueden variar, la constante suele ser que la frustración viene cargada de una desazón, un bajón de energía, un cuestionarnos o teñirse negativamente otros aspectos de nuestra vida. Seguramente, muy pocos de nosotros (quizás ninguno) elegiríamos de manera voluntaria vivir en frustración. Pero experimentarla puede ser también un detonante para cuestionarnos, cuestionar nuestro entorno, y, por qué no, decidir algo al respecto que nos saque de ese lugar que ya no nos conviene, que ya no viene con nosotros.

Hoy les propongo una receta muy sencilla para invitarnos a todos a salir de la pecera de la frustración y saltar hacia un nuevo lugar de aguas más calmas, más cálidas, más emocionantes y consonantes con lo que somos y queremos.

Esta receta se compone de tres actos, y requiere como siempre parar, reflexionar y animarnos a contestar en cada acto la pregunta propuesta. Importante antes de iniciar esta obra de saludable cuestionamiento, identificar la situación, relación, entorno (podemos creer que es incluso una persona), que nos está generando este sentimiento no grato de frustración…
Una vez que lo tenemos identificado podemos levantar el telón y comenzar la obra de mirar a nuestro interior y exterior:

1º Acto:

¿Qué cosa quiero dejar de hacer? (Puede ser una conducta, una actitud, una emoción que fomento, una forma de expresarme, una rutina… etc. Lo importante es identificar aquello que hacemos y que de manera bastante regular nos trae una consecuencia negativa)

2º Acto:

¿Qué cosa quiero continuar haciendo? (Aquí el desafío es mayor. La pregunta nos invita a encontrar aquello de bueno que podemos rescatar de esta situación negativa, difícil. ¿Qué puedo identificar como un recurso en este escenario?)

3º Acto:

¿Qué cosa quiero hacer de manera diferente? (Nuevamente, puede ser una conducta, una actitud, una emoción que fomento, una forma de expresarme, una rutina… etc.)

El objetivo es recuperar el protagonismo de nuestra propia historia. Recordar que la frustración nace en nosotros, no está en lo que sucede en nuestro entorno. No está en las palabras o actitudes de otros, está en la forma cómo nosotros reaccionamos, pensamos, sentimos ante lo que sucede a nuestro alrededor. No es tarea fácil, pero es una obra que bien vale la pena ejecutar.

La pecera al otro lado nos espera, límpida, clara, reconfortante. ¿Nos animaremos a dar el salto?

Yo quiero, espero que Uds. se animen también!

Comentarios

  1. Estimada Andrea,

    Como siempre un excelente articulo que nos hace reflexionar y que es la esencia del coaching!!!
    Gracias por compartir con nosotros tu saber.
    Un calido abrazo desde Punta Cana. Herminia

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Te invito a no tener ninguna resolución ni meta para el 2024

  ¿ Y si para este 2024 abandonamos las  famosas  resoluciones de   nuevo año  y las ansiadas metas para el año que inicia?   ¿ Qué tal si nos atrevemos a cambiar esas grandes  apuestas y buenas intenciones  por compromisos  concretos,  acciones  pequeñas, rutinas sencillas y asequibles  y nos animamos a  ejecutarlas con disciplina y amorosa consistencia?     James Clear, autor de #AtomicHabits es contundente al evidenciar (en base a la investigación y la práctica) que las metas no son las que mueve la aguja de nuestras vidas y de nuestros resultados; sino más bien la consistencia con que ejecutamos aquellas acciones concretas, cotidianas que se insertan y constituyen el ADN de nuestro día a día.    Te invito entonces, y me autoinvito, a practicar una apuesta humilde e inteligente: abandonar las resoluciones y las metas. Y definir una acción pequeña, concreta, que se alinee con algo importante y valioso para uno. Y ser osados en su ejecución consistente.    “Never miss twice” (nunca fa

El Buitre, el Murciélago y la Abeja

Esta semana recibí gracias a dos generosos envíos (Lucero y Ale) tres interesantes historias que dicen así: El Buitre Si pones un buitr e en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que esté completamente abierto por la parte superior, el ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto.  La razón es que el buitre siempre empieza su vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros.  Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentará volar sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo . El Murciélago El murciélago vuela por todos lados durante la noche. Una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Si se le coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda, dolorosamente, hasta alcanzar un sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar hacia el aire. Entonces, inmediatamente despega . La Abeja La abeja,

“Usé todo lo que me diste”

Cuando me presente ante Dios al final de mi vida, espero no tener ya ni un ápice de talento  y poder decir: “Usé todo lo que me diste”.   Esta frase la tengo en un lugar especial de mi oficina, muy cerca de mi escritorio de trabajo. Refleja un pensamiento, una emoción, una convicción que anhelo tener presente en mi día a día…   Hace un par de semanas recibí la noticia de que un tío muy querido finalmente descansaba, ya estaba delicado y habían sido muy duras sus últimas semanas… me dio pena, pero fue una pena calma pues me reconfortaba saberlo en paz, descansando, habiendo partido rodeado del amor y cuidado de su familia… además había tenido la suerte (y decisión) de visitarlo un par de meses atrás y poder pasar una tarde feliz con él, compartiendo, riendo, despidiéndonos aún sin que lo dijéramos…    Además, al pensar en su vida pensaba en una vida plena, vivida siempre con amor, con generosidad, con la fortuna de envejecer junto a su esposa querida, ver nacer y crecer a sus nietos… ha