Ir al contenido principal

Abrázame que te voy a abrazar...


Mañana se celebra por estos lares (y algunos lugares más) el día de San Valentín. Fecha esperada por algunos, no muy amada por otros e indiferente también para un buen número.

Así nos guste más o menos, lo cierto es que veremos tiendas llenas de corazones, globos volando en los parques, malecones llenos de enamorados y algunos incluso, buscaremos tener un detalle especial para celebrar el amor.

Y si es el amor lo que queremos celebrar propongo nos detengamos a pensar en las personas a las que amamos... familia, pareja, amigos, compañeros del camino, etc.

¿De qué manera y con cuánta frecuencia les demuestro mi amor? ¿Se los digo con palabras y mejor aún con actos? ¿Me tomo el tiempo para recordar que la vida es efímera y que puede que mañana ya no estén aquí, que yo, que tú no estés aquí?...

Hace un tiempo llegó a mis manos un video que muestra el reencuentro de soldados que regresan a casa en busca de sus seres queridos. ¿Y qué es lo primero que hacen estos soldados al ver a sus hijos? ¿Qué es lo que hacen los niños al ver a su padre, a su madre?

Se funden en un profundo abrazo, de esos que quitan el aliento.

¿Imaginan abrazar así?...

Somos soldados y acaban de anunciarnos que volvemos a casa. Hemos estado lejos por 4, 5, 10 meses, más de un año quizás. Y lo más difícil, sabiendo que podríamos morir y no volver.

¿Cómo abrazaríamos a aquellos que amamos a nuestro retorno? ¿Cómo abrazaríamos a la vida?

¿Y si fuéramos los que se quedaron esperando al hijo, a la hermana, al padre que partió a la guerra? ¿Cómo lo abrazaríamos a su vuelta?

Se me ocurre que mañana nos regalemos la oportunidad de abrazar así, por el simple placer de estar vivos y tener personas a las que amamos a nuestro alrededor.

Se requiere de harto coraje para pararnos delante de alguien a quien queremos y no solemos demostrarlo y decir: "Abrázame, que te voy a abrazar". Y hacerlo, abandonarnos al abrazo, querer y dejarnos querer.

San Valentín es solo una excusa.

¿A quién, quiénes, abrazaré hoy de manera especial?, ¿a quién, quiénes, comenzaré a abrazar a partir de ahora de manera especial?, ¿en cuántos abrazos dejaré que se me vaya el aliento?, ¿me uniré a la abrazoterapia a partir de hoy?

Que disfrutemos todos de este excelente día para abrazar y dejarnos abrazar!

PD. El video original que había compartido en este post no está ya disponible así que coloco otro muy hermoso sobre el poder de un abrazo...



Comentarios

Entradas populares de este blog

Te invito a no tener ninguna resolución ni meta para el 2024

  ¿ Y si para este 2024 abandonamos las  famosas  resoluciones de   nuevo año  y las ansiadas metas para el año que inicia?   ¿ Qué tal si nos atrevemos a cambiar esas grandes  apuestas y buenas intenciones  por compromisos  concretos,  acciones  pequeñas, rutinas sencillas y asequibles  y nos animamos a  ejecutarlas con disciplina y amorosa consistencia?     James Clear, autor de #AtomicHabits es contundente al evidenciar (en base a la investigación y la práctica) que las metas no son las que mueve la aguja de nuestras vidas y de nuestros resultados; sino más bien la consistencia con que ejecutamos aquellas acciones concretas, cotidianas que se insertan y constituyen el ADN de nuestro día a día.    Te invito entonces, y me autoinvito, a practicar una apuesta humilde e inteligente: abandonar las resoluciones y las metas. Y definir una acción pequeña, concreta, que se alinee con algo importante y valioso para uno. Y ser osados en su ejecución consistente.    “Never miss twice” (nunca fa

El Buitre, el Murciélago y la Abeja

Esta semana recibí gracias a dos generosos envíos (Lucero y Ale) tres interesantes historias que dicen así: El Buitre Si pones un buitr e en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que esté completamente abierto por la parte superior, el ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto.  La razón es que el buitre siempre empieza su vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros.  Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentará volar sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo . El Murciélago El murciélago vuela por todos lados durante la noche. Una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Si se le coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda, dolorosamente, hasta alcanzar un sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar hacia el aire. Entonces, inmediatamente despega . La Abeja La abeja,

“Usé todo lo que me diste”

Cuando me presente ante Dios al final de mi vida, espero no tener ya ni un ápice de talento  y poder decir: “Usé todo lo que me diste”.   Esta frase la tengo en un lugar especial de mi oficina, muy cerca de mi escritorio de trabajo. Refleja un pensamiento, una emoción, una convicción que anhelo tener presente en mi día a día…   Hace un par de semanas recibí la noticia de que un tío muy querido finalmente descansaba, ya estaba delicado y habían sido muy duras sus últimas semanas… me dio pena, pero fue una pena calma pues me reconfortaba saberlo en paz, descansando, habiendo partido rodeado del amor y cuidado de su familia… además había tenido la suerte (y decisión) de visitarlo un par de meses atrás y poder pasar una tarde feliz con él, compartiendo, riendo, despidiéndonos aún sin que lo dijéramos…    Además, al pensar en su vida pensaba en una vida plena, vivida siempre con amor, con generosidad, con la fortuna de envejecer junto a su esposa querida, ver nacer y crecer a sus nietos… ha