Entre las mil y un actividades (100% disfrutables por cierto) en las que uno se ve envuelto como parte de los preparativos para una bella boda, están las “clases de vals”. He de confesar que no estaba entre nuestro planes tomarlas (asumíamos seguramente que un baile tan conocido sería por lo mismo “fácil” de bailar. Pero recibimos una linda invitación a tomar un par de clases y nos animamos. Y resultó que no, no era tan fácil, pero lo más interesante fue descubrir que podíamos aprender a bailar juntos, disfrutando y a la vez aprendiendo tantas cosas buenas. ¿Bailamos?...
El profesor, Alfonso, en dos clases y a ritmo de un hermoso vals de fondo, nos fue compartiendo una serie de lecciones (prefiero verlos como “tips”) para bailar, y encuentro que se aplican no solo a una relación de pareja sino a nuestras relaciones en general. Aquí mi breve versión resumida de sus TIPS:
TOP 5
1º TIP: Para bailar en pareja, primero aprender los pasos individualmente. Qué sencillo pero a la vez tremendo. Aprender primero solos, a vivir solos, a estar solos, a acompañarnos nosotros mismos, antes de querer hacerlo en pareja.
2º TIP: Llevar y dejarse llevar. En el vals (como en la vida) hay roles, el rol de hombre es de ser el marco en el que encaja la pareja y es él quien lleva el ritmo y marca la pauta. En contraparte, la mujer se deja llevar y sigue lo que le propone su contraparte. ¡Qué importante! Reconocer cuál es el rol que la situación requiere de mí, y llevar cuando me toca y dejarme llevar también en otros momentos. Para algunos el desafío será aprender a llevar, pues solemos estar más cómodos siguiendo constantemente. Para otros, por el contrario, el desafío será dejar que otro nos guíe. Confiar. Decirlo es más sencillo que hacerlo, cuesta salir de nuestros patrones, salir de la rutina, salir del lugar seguro; pero qué rica sensación de fluidez nos invade cuando nos atrevemos y nos permitimos vivir el rol que la situación, que el momento requiere, el rol que mi pareja, que mi contraparte me propone y yo acepto.
3º TIP: Mirarse el uno al otro y mirar hacia el exterior. Resultó que el vals es un baile lleno de giros y vueltas. Y si uno se mira constantemente a los ojos terminará como si hubiera estado por 2 minutos enteros dentro de una licuadora. Pierdes el equilibrio, la vista se nubla, dejas de ver con claridad. Touché nuevamente. Las relaciones más sanas son las que pueden alternar el mirarse el uno al otro con una saludable mirada hacia el exterior. La familia, los amigos, los intereses personales, son como puntos de referencia al exterior que nos permiten mantener el equilibrio. Al bailar sólo si uno mira al exterior y se fija en esos puntos externos puede mantener el equilibrio. ¿Les suena a Uds. como a mí que es una lección 100% saludable para nuestras propias experiencias?
4º TIP: Dejar pasar, pasar. Cuando uno comienza a querer realizar esos hermosos giros del vals descubre que los movimientos no son al 100% en paralelo. Para poder girar, el hombre ha de retirarse antes de hacer girar a la pareja y viceversa. Si no me retiro mi pareja no podrá pasar y si él o ella no me deja espacio antes, tampoco podré pasar yo. BINGO! Cuántas veces nos atascamos en discusiones, frustraciones porque las cosas no resultan cómo lo planeamos, porque él otro no actúa cómo yo lo desearía; pregunto, ¿nos hemos detenido al menos a preguntarnos si estamos primero nosotros generando las condiciones para aquello que anhelamos? Quiero un abrazo, atrevamos a abrazar primero. Como decía Gandhi: “Seamos la paz que queremos ver en el mundo”. A momentos cuando nos atracábamos al bailar, Alfonso estaba ahí para recordarnos: ¿cuál es tu rol?, ¿estás dejando pasar primero?... Gracias Alfonso.
5º TIP: Disfrutar. Desde la música que elegimos, desde el momento que decidimos aceptar la invitación de tomar las clases, fuimos dispuestos a disfrutar. Reírse, incluso de los pisotones. Aprender, en la primera clase utilicé sandalias y un dedito terminó resentido por un pisotón que se cruzó en su camino; segunda clases: zapatos cerrados, ¡dedito protegido! Celebrar, qué importante es alegrarnos de aquello que nos va resultando. Reconocer nuestro avance, reconocer el avance del otro. Compartir es otra clase del disfrutar. Siempre podemos encontrar a alguien con quien compartir aquello que nos hace feliz. Si en este momento de mi vida no encuentro a un alguien con quien compartir, es momento de calzarme unos zapatos bien cómodos para andar por la vida y salir a buscar.
Hoy he querido compartir con Uds. un pedacito de las mil aventuras que hoy me traen tanta felicidad. Mi invitación desde el Coaching es que todos nos animemos a buscar aquellas aventuras que nos traen felicidad. Y cerramos con una pregunta que nos invite a la acción:
¿Qué rol requiere hoy de mi la relación/situación que estoy viviendo?,
¿qué quiero hacer a partir de hoy para disfrutar más el momento que me toca vivir?
Querida Andrea,
ResponderEliminarGràcias por tu clase de baile !!!!!
Cómo siempre acertaste en el centro de la diana!!
Ojalá estos principios los tuvieran presentes más parejas y de esta manera seguirían danzando toda la vida, con amor, respeto, apoyo y alegría
Un abrazo
Hermínia Gomà