Ir al contenido principal

¿Bailamos?... (2da parte)


Hace más de un año y medio escribí en este blog una entrega que es hasta hoy una de mis favoritas: "Bailamos", y hoy que tengo tantas emociones dentro me encuentro nuevamente utilizando esta metáfora del baile para ponerle rostro a la hermosa aventura que estoy por vivir, convertirme en mamá.

Durante este feliz tiempo de espera he leído relativamente poco sobre el embarazo (para mis estándares de lectura al menos) y me he negado a navegar en internet buscando información porque me conozco y conozco bien también lo juguetona que puede ser nuestra mente y no he querido llenarme de datos, ideas, hipótesis y demás fuentes de preocupación. Y tengo la suerte enorme también de venir viviendo un embarazo de lo más amoroso y feliz.

Llegó si a mis manos un articulo que el sólo titulo me cautivó, no lo recuerdo exactamente pero introducía algo así como "la danza entre la mamá y el bebe" y me encantó la figura. Hace 37 semanas que mi bebe crece dentro de mi y así y todo una vez que nazca comenzaremos a conocernos de una manera totalmente nueva, todo será "por primera vez", para él y para mí. Y me ayuda imaginar que quizás al inicio nuestros pasos juntos puedan ser un poco torpes, quizás nos cueste un poco o un poco menos encontrar nuestro ritmo pero sé con certeza que lo encontraremos.

Se que me tocará en algunos momentos acogerlo, guiarlo, pero me tocará mucho más aún estar atenta, flexible, dejarme guiar por él, por lo que necesita, por la sabiduría que su pequeño cuerpecito traerá. Y como todo baile requerirá de espacio y tiempo para aprender juntos nuestro propio ritmo, nuestra propia coreografía.

Por naturaleza y estilo personal me gusta adelantarme, llegar siempre antes a una reunión, tener el material preparado, etc. Y en esta ocasión no será así y sé que será un regalo para mí. No puedo llegar antes (ni después), me convertiré en mamá en el preciso instante en que mi bebe nazca. Y no seré yo la que escoja la música, solo puedo escoger con qué actitud quiero darle el encuentro a mi bebe y con qué disposición quiero salir a bailar con él.

¿Quiero recibirlo desde el control o desde la humildad y la apertura?, la danza será de a dos, pero ¿me permitiré pedir ayuda, compañía, apoyo cuando me sienta cansada, perdida? ¿me daré permiso para encontrar nuestra propia música, nuestro propio ritmo?

En la primera entrega de Bailamos compartia unos "tips", aquí soy mucho más humilde, no tengo nada que se pueda aproximar a tips, sólo mis ganas de vivir esta aventura desde el aquí y el ahora, desde lo que quiero y no desde lo que debería, desde la humildad y la intuición, antes que el control y la soberbia. No tengo respuestas, pero si toda la disposición a plantearme las preguntas que me ayuden a encontrar las mejores respuestas para mi, y mi futura pareja de baile.

Aquí te esperamos nuestro hermoso bebe.

Y en clave de Coaching... sea cual sea la aventura que estés viviendo, ¿desde qué lugar la quieres vivir? desde que decisiones, ¿desde que elecciones?


Créditos de la foto: "Sesión de Panza" con Táhuano Foto  (totalmente recomendable!)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Te invito a no tener ninguna resolución ni meta para el 2024

  ¿ Y si para este 2024 abandonamos las  famosas  resoluciones de   nuevo año  y las ansiadas metas para el año que inicia?   ¿ Qué tal si nos atrevemos a cambiar esas grandes  apuestas y buenas intenciones  por compromisos  concretos,  acciones  pequeñas, rutinas sencillas y asequibles  y nos animamos a  ejecutarlas con disciplina y amorosa consistencia?     James Clear, autor de #AtomicHabits es contundente al evidenciar (en base a la investigación y la práctica) que las metas no son las que mueve la aguja de nuestras vidas y de nuestros resultados; sino más bien la consistencia con que ejecutamos aquellas acciones concretas, cotidianas que se insertan y constituyen el ADN de nuestro día a día.    Te invito entonces, y me autoinvito, a practicar una apuesta humilde e inteligente: abandonar las resoluciones y las metas. Y definir una acción pequeña, concreta, que se alinee con algo importante y valioso para uno. Y ser osados en su ejecución consistente.    “Never miss twice” (nunca fa

El Buitre, el Murciélago y la Abeja

Esta semana recibí gracias a dos generosos envíos (Lucero y Ale) tres interesantes historias que dicen así: El Buitre Si pones un buitr e en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que esté completamente abierto por la parte superior, el ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto.  La razón es que el buitre siempre empieza su vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros.  Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentará volar sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo . El Murciélago El murciélago vuela por todos lados durante la noche. Una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Si se le coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda, dolorosamente, hasta alcanzar un sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar hacia el aire. Entonces, inmediatamente despega . La Abeja La abeja,

“Usé todo lo que me diste”

Cuando me presente ante Dios al final de mi vida, espero no tener ya ni un ápice de talento  y poder decir: “Usé todo lo que me diste”.   Esta frase la tengo en un lugar especial de mi oficina, muy cerca de mi escritorio de trabajo. Refleja un pensamiento, una emoción, una convicción que anhelo tener presente en mi día a día…   Hace un par de semanas recibí la noticia de que un tío muy querido finalmente descansaba, ya estaba delicado y habían sido muy duras sus últimas semanas… me dio pena, pero fue una pena calma pues me reconfortaba saberlo en paz, descansando, habiendo partido rodeado del amor y cuidado de su familia… además había tenido la suerte (y decisión) de visitarlo un par de meses atrás y poder pasar una tarde feliz con él, compartiendo, riendo, despidiéndonos aún sin que lo dijéramos…    Además, al pensar en su vida pensaba en una vida plena, vivida siempre con amor, con generosidad, con la fortuna de envejecer junto a su esposa querida, ver nacer y crecer a sus nietos… ha