Hace más de un año y medio escribí en este blog una entrega que es hasta hoy una de mis favoritas: "Bailamos", y hoy que tengo tantas emociones dentro me encuentro nuevamente utilizando esta metáfora del baile para ponerle rostro a la hermosa aventura que estoy por vivir, convertirme en mamá.
Durante este feliz tiempo de espera he leído relativamente poco sobre el embarazo (para mis estándares de lectura al menos) y me he negado a navegar en internet buscando información porque me conozco y conozco bien también lo juguetona que puede ser nuestra mente y no he querido llenarme de datos, ideas, hipótesis y demás fuentes de preocupación. Y tengo la suerte enorme también de venir viviendo un embarazo de lo más amoroso y feliz.
Llegó si a mis manos un articulo que el sólo titulo me cautivó, no lo recuerdo exactamente pero introducía algo así como "la danza entre la mamá y el bebe" y me encantó la figura. Hace 37 semanas que mi bebe crece dentro de mi y así y todo una vez que nazca comenzaremos a conocernos de una manera totalmente nueva, todo será "por primera vez", para él y para mí. Y me ayuda imaginar que quizás al inicio nuestros pasos juntos puedan ser un poco torpes, quizás nos cueste un poco o un poco menos encontrar nuestro ritmo pero sé con certeza que lo encontraremos.
Se que me tocará en algunos momentos acogerlo, guiarlo, pero me tocará mucho más aún estar atenta, flexible, dejarme guiar por él, por lo que necesita, por la sabiduría que su pequeño cuerpecito traerá. Y como todo baile requerirá de espacio y tiempo para aprender juntos nuestro propio ritmo, nuestra propia coreografía.
Por naturaleza y estilo personal me gusta adelantarme, llegar siempre antes a una reunión, tener el material preparado, etc. Y en esta ocasión no será así y sé que será un regalo para mí. No puedo llegar antes (ni después), me convertiré en mamá en el preciso instante en que mi bebe nazca. Y no seré yo la que escoja la música, solo puedo escoger con qué actitud quiero darle el encuentro a mi bebe y con qué disposición quiero salir a bailar con él.
¿Quiero recibirlo desde el control o desde la humildad y la apertura?, la danza será de a dos, pero ¿me permitiré pedir ayuda, compañía, apoyo cuando me sienta cansada, perdida? ¿me daré permiso para encontrar nuestra propia música, nuestro propio ritmo?
En la primera entrega de Bailamos compartia unos "tips", aquí soy mucho más humilde, no tengo nada que se pueda aproximar a tips, sólo mis ganas de vivir esta aventura desde el aquí y el ahora, desde lo que quiero y no desde lo que debería, desde la humildad y la intuición, antes que el control y la soberbia. No tengo respuestas, pero si toda la disposición a plantearme las preguntas que me ayuden a encontrar las mejores respuestas para mi, y mi futura pareja de baile.
Aquí te esperamos nuestro hermoso bebe.
Y en clave de Coaching... sea cual sea la aventura que estés viviendo, ¿desde qué lugar la quieres vivir? desde que decisiones, ¿desde que elecciones?
Créditos de la foto: "Sesión de Panza" con Táhuano Foto (totalmente recomendable!)
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