En menos de dos semanas nuestro pequeño gran principito cumplirá un añito, y contra todo pronóstico (propio, pues yo decía que no valía la pena festejar el primer cumple pues son muy chiquitos) estamos organizando una pequeña celebración intima y familiar, pero celebración cumpleañera igual. Me reafirmo por ende en la gran sabiduría popular del "nunca digas nunca". ¿Y qué me llevó a cambiar de parecer? Pues algo tan sencillo como la emoción pura y dura que me embarga. Me queda muy claro que él no se acordará de esta primera fiesta de cumple (al menos no como recuerdo formal tal cual hoy lo entendemos los adultos) pero claro que el cariño recibido y la emoción compartida igual quedan grabadas en el corazón, en la piel, suya y nuestra.
Quiero celebrar, agradecer y compartir que me siento feliz y orgullosa de haber sido testigo y compañera de este primero año de vida de nuestro bebe, que quiero celebrar con mi esposo y decir: "lo logramos" sobrevivimos al primer año! Seguramente las mamás más experimentadas al leerme sonrían y con benevolencia piensen: "es que aun no sabe todo lo que les espera" y seguro que si; igualmente hoy con este primer cumple que se acerca quiero celebrar y agradecer todo lo vivido este primer año.
Los seres humanos somos seres narrativos, narramos lo que nos sucede buscando atesorarlo, comprenderlo, explicarlo, darle sentido. Y esas narraciones se ordenan y enriquecen con los hitos, que cual capítulos de los libros dan orden, pauta, respiro y nuevo aliento. Y para que los hitos más hermosos se guarden, se atesoren mejor soy partidaria total de darnos permiso de celebrar. Celebrar entendido como ese acto sublime en el que puede ser en soledad, en compañía, con una copa llena en mano o con un vaso de agua, nos detenemos y agradecemos, sonreímos y nos regalamos el placer de sentirnos felices y agradecidos.
Y me despido con algunas preguntas mientras continuo con la emoción de los preparativos para el cumple:
Desde que soy mamá, ¿cómo y con qué frecuencia me permito celebrar?
¿Qué siguiente hito en mi vida como mujer y como mamá me gustaría celebrar?
¿Qué me ayudaría (que dependa de mi) para incorporar el habito de celebrar en mi vida?
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