Esta semana escuché más de un “¡qué mala eres!”, “tú no entiendes”… ❤️🩹
Y aunque seguro a veces no entienda y también me equivoque, me aferro a no quedarme en la frustración —ni en la suya ni en la mía— y recordar que, si es que estoy parando y mi decisión está alineada con un bien mayor, me mantengo... 💪🏽
Y escuchar a Jonathan Haidt decir esta frase fue un bálsamo: a veces amar también es decir “no”, aunque eso signifique no caerles bien; aún sabiendo que nos morimos de amor por ellos.
💡 ¿Qué me puede ayudar a tratarme con más amabilidad, compasión, cuando me siento “la mala”?
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