La semana pasada, en medio de un muy breve periodo de calma en casa (desde hace 2 meses en que nació mi pequeña princesita, nuestra familia viene viviendo, además de toneladas de amor por la recién llegada, unas buenas dosis de caos y locura y mucha sensibilidad en el caso del súper hermano mayor… sumado a los preparativos para festejar su cumple #3) reparé en que el mar se veía especialmente hermoso y que el cielo de la tarde se había teñido de esos colores maravillosos que nos regala el verano. Me encantó haberme detenido un momento y haber dejado que me capture esa belleza. Desde que me mudé a Lima (hace más de 15 años) siempre dije que algún día viviría frente al mar y soy tan bendecida que hoy lo puedo admirar desde mi balcón (de costadito no de frente pero igual lo puedo ver a diario!!!!) así que quise compartir ese amor por la inmensidad del mar con mi hijo mayor (encontrar también mini momentos exclusivos con él es una prioridad enorme para mi y no si...