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Amar lo que Haces

  Siempre me han encantado los carruseles. De chica, de grande, con hijos… cualquier excusa vale. Pero la última vez, creo que la única que disfrutó fui yo. Ellos ya no querían. Y me hizo pensar: a veces es difícil amar lo que nuestros hijos hacen o quieren , sobre todo si no se alinea con lo que esperamos. Mi reto hoy es no quedarme en la reflexión, sino abrirme al reto de verlos decidir… y amar también lo que ellos eligen (incluso si eso es no querer “subir” o elegir “salirse” del carrusel…). 💡 ¿Qué pasaría si soltar el control fuera también una forma de amar? PD. Wendy tiene un curso donde te comparte reflexiones muy potentes e ideas muy prácticas para Amar lo que Haces!  Link aquí
Entradas recientes

Pura chispa, intensidad y picor.

  “Los adolescentes son lo máximo: pura chispa, intensidad y picor.” Lo que nos decimos —aunque sea en silencio— moldea cómo vivimos cada momento e interacción. Desde que conocí el trabajo de Lisa Damour, decidí enamorarme de la adolescencia.   Sí, hay muchos retos. Pero busco cada día apreciar, disfrutar y agradecer el ver a mi hijo crecer y desplegar esa chispa, intensidad y picor incluso cuando muchas veces yo sea el target!!!!   🫣 💡  ¿Qué cambiaría si me animo a mirar lo que hoy me reta no desde el cansancio sino desde la admiración?

"Mind the gap"

Hace poco llegó a mis ojos esta historia: << ¿Conoces la historia de por qué la voz del "MIND THE GAP" (cuidado con el espacio) es diferente en la estación Embankment? Es una historia muy conmovedora. La voz que escuchas en la estación Embankment, cuando tomas el tren de la Northern Line en dirección norte, es la voz de un hombre llamado Oswald Laurence, nacido en 1929, quien vivió en Londres con su esposa, la Dra. Margaret McCollum, hasta su fallecimiento en 2007 a los 78 años. Después de su muerte, su esposa solía ir a la estación todos los días solo para escuchar la voz de su amado esposo. Un día de noviembre de 2012, fue como siempre a la plataforma, pero descubrió que la voz de su esposo ya no estaba: el sistema de altavoces había sido actualizado. Lo habían digitalizado y la voz de Oswald aparentemente se había perdido. El personal de Transport for London (el sistema de transporte de Londres) buscó en los archivos y finalmente encontró la grabación original de Osw...

Sant Jordi y mi pequeña revolución

  Hoy en España, especialmente en Cataluña, se celebra la Diada de Sant Jordi, una fiesta que se vive con libros y rosas. Tuve la suerte de experimentarla en vivo mientras estudiaba mi maestría en la UB: recorrer las calles llenas de ferias, librerías y lectores fue una experiencia mágica. Hoy quise recordarla con una foto de los tres libros que estoy leyendo en este momento. Para algunos quizás no sea raro, pero para mí es todo un acto revolucionario. Durante mucho tiempo no me permitía leer más de un libro a la vez —y ni hablar de dejar uno sin terminar, aunque me costara horrores seguirlo. Sentía que debía terminar lo que empezaba, aunque eso me restara disfrute. Con el tiempo, descubrí que esa rigidez me limitaba más que darme foco. Hoy leo varios libros a la vez: porque hay cosas que quiero aprender, momentos en los que necesito teletransportarme, y otros en los que busco sabiduría o simplemente calma. También me permito soltar un libro si no fluye. Tal vez no es el momento, o...

Amo la humildad, pero el jueves me estrellé con la soberbia

  El martes facilité un taller sobre Conexión e Identidad para un equipo equipo extendido altamente comprometido. Al finalizar, conversé con la líder del área sobre los aprendizajes más destacados, lo prometedor que lucía su “carné de identidad” y, en algún momento, surgió el tema de la **humildad**. Lo planteé especialmente en el contexto de un equipo de “expertos”, y la idea hizo clic de inmediato. Me encantó lo que pudimos compartir y reflexionar al respecto.   Mi relación con la humildad se ha ido forjando y creciendo con el tiempo. Con cada experiencia, cada arruga y cada nueva cana, me conecto más con el valor de la humildad. La busco, la practico y la fomento en cada espacio que puedo.      Siendo todo lo anterior cierto, el jueves me estrellé con mi soberbia. Tenía un vuelo a Arequipa a las 5:20 a.m. y tomé todas las precauciones posibles: pedí un taxi con más antelación de la necesaria, activé dos alarmas y llegué al aeropuerto antes de las 3 a.m. Todo...

Entrenando mi Corazón

  Semanas atrás, mi entrenador me puso el desafío de salir a trotar 1 hora (algo que ya había hecho anteriormente) sólo que esta vez el desafío era vigilar y controlar el ritmo de mi corazón, no debía pasar las 140 LPM (registro de la frecuencia cardiaca). No parecía tan difícil, pero resultó que ni bien empecé, no había ni arrancado casi y mi LPM estaba ya por encima de 160, era tremendo, no lograba bajarlo.  Me rebelé y me resistí: "no se puede", "es imposible", "yo tan sólo existo por encima de los 140!!!" pero ahí estuvo Pepe manteniendo el foco y el desafío: "sí puedes", "camina, no trotes", "sí puedes, no hables..", "sí puedes..." así por media hora continúa hasta que logré comenzar a trotar lentamente manteniendo mi corazón por debajo o máximo en 140LPM. Mi ritmo era más lento que los señores de tercera edad de la casa de la juventud tardía quienes fácilmente me podían pasar caminando, pero me mantuve, superan...

Coraje, Compasión y Conexión

Uno de los primeros libros que leí de Brené Brown fue: "Los Dones de la Imperfección" ( https://brenebrown.com/book/the-gifts-of-imperfection/ ) y quedé prendada de esa propuesta osada de abrazar nuestra imperfección desde la belleza de lo que significa poder vivirla eligiendo cada día el Coraje -sobre el confort-, la Compasión -sobre el juicio-. y la conexión -sobre la comparación y la armadura-.  Y estas tres palabras me han acompañado desde el deseo y la inspiración hace ya buen tiempo (incluso las he utilizado para construir propuestas potentes en espacios laborales) pero para este 2024 quise dar un paso más y buscar llevarlas a la práctica en mi día. No sólo mirarlas como un referente (de hecho las tengo pintadas en un pequeño lettering en un cuadro al costado de mi mesa de noche) sino buscar elegirlas, vivirlas, practicarlas.  Y como me encanta además todo lo visual decidí regalarme unas pulseras que fueran a la vez un recordatorio y una declaración. Así desde hace un p...