Este fin de semana tuve la suerte (suerte planificada que implicó comprar entradas con anticipación), de poder estar dos días en Mistura (para quienes nos leen desde lejos les adjunto el link para que conozcan esta maravillosa feria de la gastronomía peruana http://www.mistura.pe/ ). Tenía mucha ilusión de volver a estar en este evento. El año pasado quedé fascinada y este también. Es cierto que la gran cantidad de personas y las colas a veces parecieran deslucir el evento, y podemos frustrarnos al no llegar a comer “el” plato que queríamos, o no llegar por las colas a “todos” los rinconcitos del sabor que esperábamos. Pero hay algo que me seduce de esta feria que está más allá de la maravillosa comida, y es justamente lo que se resume en el lema que llevaba Mistura este año: “Todos reunidos”.
Allí estuvimos, todos, peruanos y extranjeros de todos los colores y sabores, compartiendo el mismo espacio, el mismo plato, el mismo calor, colas, ilusión, emoción y sabor. Es eso lo que más me fascina de Mistura. El orgullo del cocinero joven, la pasión del cocinero de gran experiencia, el cansancio que se ve en el rostro de los que llevan ahí 4 días seguidos atendiendo sin parar pero igualmente te sonríen o te cuentan con ilusión qué es lo que están preparando.
Mi invitación para esta semana es que vivamos Mistura en nuestro día a día. Que nos propongamos relacionarnos con personas diferentes, de lugares, gustos, creencias diferentes. Es cómodo y agradable compartir y vivir en un entorno conocido, pero, ¿sabemos si nos estamos perdiendo de una riqueza mayor? Será quizás que si me muevo siempre en el mismo círculo, con el mismo entorno, lo que reciba de la vida será básicamente igual. Y puede pasar por conductas tan concretas como conversar con el señor del taxi (yo confieso no hacerlo y abstraerme en la pantalla del celular), o animarnos a frecuentar algún lugar diferente, animarnos a entablar mayor conversación con aquella persona del trabajo que nunca hablamos. Podemos, si es que queremos, misturarnos un poco más en nuestro día a día.
Tengo la impresión de que si nos animamos a mezclarnos un poco más, tal cual sucede hoy con la maravillosa propuesta culinaria peruana que nos seduce a todos, el producto será mucho más rico y pleno.
En clave de Coaching, ¿Qué acción concreta quiero realizar para traer un poco más de “mistura” a mi vida?
Andre me encantó el comentario
ResponderEliminartienes mucha razon , buen comentario, vale la pena misturearse. anika
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