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Campaña: YO CEDO EL PASO




Escenario: Av. De los Patriotas en San Miguel. Hora: entre 6:00 y 6:30 pm. Contexto: día laborable, regresaba rumbo a casa luego del trabajo. En una esquina con semáforo, mi ruta requería doblar a la derecha y  me encontraba detenida lejos aún del semáforo porque tenía enfrente la luz roja y había tráfico regular. En la esquina había también un grupo de peatones a la espera de que el semáforo finalmente  cambiara para poder felizmente cruzar. Sucedió que cuando el semáforo cambió y los carros que venían en dirección recta se detuvieron  y ellos tenían la prioridad para cruzar, todos los carros que venían como yo interesados en voltear hicieron prevalecer la fuerza del más grande y cortaron el paso al grupo de peatones.

Fui testigo de cómo a pesar de dos cambios consecutivos de luz en el semáforo, y de que este grupo de peatones se encontraba correctamente buscando cruzar en la esquina sobre el crucero peatonal, no tenían oportunidad de hacerlo. Todos los carros (conducidos estoy segura por personas buenas, regulares, como tú o como yo) pasaban de largo, rápido, raudos, presurosos, agresivos (pues vivimos creyendo que para manejar aquí no podemos no tener una cuota de agresividad) y así los peatones se seguían acumulando.

Llegado mi turno, decidí parar y ceder el paso a los peatones, ¿imaginan qué ocurrió? Los peatones tardaron unos cuantos segundos en creer realmente que les estaba cediendo el paso y que podían finalmente cruzar (a veces estamos tan acostumbrados a que no nos miren, a que pasen de nosotros, que nos cuesta creer cuando alguien se detiene y nos dice con su parar, “sí, tú existes, tienes derecho a…”.  Los autos que venían detrás se arrancaron en un concierto desaforado de bocinazos. Y fue ahí que vino a mi mente la idea: “sería bueno tener un letrerito en la parte posterior de mi auto que deje saber a quienes se encuentran detrás que yo cedo el paso”. Quizás, se me ocurrió, el conductor de atrás podrá entonces entender al menos un poco, porque me detengo y le retraso unos valiosos segundos, minutos de su trayecto.

Sé que muchos se sonreirán al leerme. Pensarán que no tiene ningún sentido dejar saber al otro que cedemos el paso pues igual nos reventarán a bocinazos. Es probable, pero con que ocurran dos cosas ya habremos contribuido un poco al cambio:

que yo misma me recuerde, esté atenta, maneje consciente  -no en automático- para poder parar y ceder el paso, ya habré ganado una súper batalla. Y

que al menos esa conducta, ese anuncio “yo cedo el paso” pueda ayudar a despertar la consciencia de al menos 1 persona más en mi ciudad, ya habremos hecho vida esa gran invitación de Gandhi:

“Se tú el cambio que quieres ver en el mundo”

Soy una convencida de que podemos, de uno en uno, hacer una enorme diferencia. Sueño con ver convertida a Lima y a cada ciudad del Perú un lugar mejor para vivir, donde convivamos todos en armonía, peatones, con conductores privados y públicos, donde con nuestras conductas nos digamos mutuamente, tú vales, tú tienes un espacio, un derecho y todos un deber.

Y creo que no necesitamos incluso ser estrictamente conductores para sumarnos a la campaña: “Yo cedo el paso”, desde el lugar que ocupemos al momento de transportarnos, desde el rol que tengamos en nuestros diferentes espacios, todos podemos, si queremos, probar lo que significa atrevernos a parar y ceder: el paso, la palabra, el asiento, el tiempo, etc.

La invitación está servida, los que queramos además de asumir el compromiso, manifestar nuestro apoyo a la campaña haciendo uso de las redes sociales podemos sumarnos a través de Facebook. He creado una página “Campaña YO CEDO EL PASO”

Si ingresas al siguiente link, puedes darle click en Me gusta y te estarás sumando a la campaña. 
Quiero antes de terminar agradecer enorme  a esas personas súper especiales y tan cercanas a mi corazón que me secundan y me apoyan en cada uno de mis sueños. Hoy somos 47 las personas que nos hemos sumado a la campaña a través de la página de Facebook (actualización: ya llegamos a casi 400 los primeros comprometidos!). El sueño es que llegaremos a ser 1000 y más!

Y en clave de Coaching:

¿Con qué valor personal he de conectarme para atreverme a parar?

¿Qué puedo llegar a ganar si me animo a “ceder el paso”?


Comentarios

  1. Andre! de verdad es una super iniciativa! realmente te felicito, por que como dices de uno en uno podremos cambiar Lima,

    miles de besoss
    Rosario

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