Hace unos días habíamos salido con mi esposo y mi pequeñín a almorzar en un sitio muy lindo de hamburguesas. Desde que nos hemos convertido en papás muchas de nuestras costumbres se han alternado radicalmente pero hay otras también que buscamos en lo posible mantener y seguir disfrutando. Salir a comer (ahora más a almorzar) es algo que nos gusta mucho, y tenemos la fortuna de que a nuestro pequeño principito le gusta comer y de todo (al menos por el momento, se que todo puede cambiar igual) así que siempre que podemos nos escapamos fuera de casa. Obviamente el tiempo que puedo dedicar ahora a disfrutar de mi propio plato es enormemente más breve, e incluso termino alimentándome menos porque al compartir con él, cada vez más yo salgo perdiendo! Volviendo al lugar lindo de hamburguesas, habíamos casi ya terminado de almorzar y yo había llevado para mi pequeñín un platanito como postre. Tenía la lonchera lejos así que cuando lo pelé no tenia a la mano un tupper donde dejar...