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Mostrando entradas de 2012

Gracias Vida

Una entrega chiquita para estos tiempos locos de Fiestas. Hace pocos días en un lonche navideño una amiga nos ofreció colaborar con unas pulseritas de un grupo de ayuda mutua para padres de hijos fallecidos. Tan sólo pensar en la muerte nos suele ya arrugar el corazón, pensar en la muerte de un ser querido hace que se detenga la respiración, no puedo aún ni imaginar el dolor que se puede llegar a sentir de perder a un hijo, cuando yo misma me encuentro día a día presenciando el milagro de la vida que crece y literalmente aletea dentro de mí. Decidí quedarme con una de las pulseritas y confieso totalmente lo difícil que ha sido decidir sacarla de la cartera. Vida y muerte, muerte y vida, son al final las dos caras de la misma moneda. Así en nuestro día a día pareciera que quisieras ignorar la realidad de la contratara lo cierto es que siempre está ahí. Y es parte de la vida. Ninguno de nosotros tenemos los días comprados, a las justas y tenemos el momento presente, y quiero recorda

“¿V o V o será S?”

“Y se hizo la luz. El hidrógeno y el oxígeno se vieron y se atrajeron. Se juntaron. Se amaron. Pero no funcionó”. Cómo que no funcionó me pregunté al escuchar a Javier Echevarría anunciar estas líneas. Para mi el agua está compuesta de hidrógeno y oxígeno. Y la vida en nuestro planeta se remonta al agua, ¿cómo pudo no funcionar? Y Javier continúo: “Entonces, el hidrógeno puso un átomo más de sí y nació la vida y con ella nosotros. Luego se pelearon. Pusieron y quitaron de sí. Surgieron aguas oxigenadas, densas y venenosas. Hasta que se amistaron con la vida que crearon y esta continuó en la medida exacta del encuentro de sus padres. Y ellos siguieron haciendo el amor en cada río, mar y lágrima que riega nuestro hogar.” Y comencé a entender, la vida, las relaciones, no se trata de poner tu uno y yo otro, a veces uno pone dos, el otro más o menos, no es la igualdad lo que hace la riqueza sino el equilibrio que cada persona, pareja, familia, equipo encuentra. T

Uno+Uno=Tres

Vuelvo a mi querida columna después de 1 mes y medio, quizás una de mis ausencias más largas hasta el momento. ¿La razón? No hay una en especial y a la vez muchísimas. La principal, un tema de energía. Mi energía en estos últimos tiempos ha tenido muchos canales y objetivos. La Campaña Yo Cedo el Paso (ya somos más de 200 los rostros comprometidos!) y otras pequeñas iniciativas que requieren igualmente cariño, tiempo, dedicación. Y la razón más importante aún, la maravillosa experiencia que estoy viviendo, tan maravillosa que no he sabido aún como volcarla en palabras. Desafiando las matemáticas (nunca me han sido muy afines igualmente) con mi esposo estamos viviendo la increíble experiencia que significa sumar entre los 2, 3 . Mañana cumplimos 26 semanas de feliz y dulce espera, de un ser que no será mío, ni de mi esposo, ni nuestro, será suyo. Será él mismo. Y si bien lo sé, lo siento moverse, veo mi cuerpo crecer y cada tres semanas lo vemos en las ecografías, es tan increí

¿Cansado de transitar en una ciudad caótica?

Al igual que muchos de ustedes me enfrento cada día a la jungla de autos, combis, taxis, buses, camionetas 4x4, etc. que pueblan nuestra ciudad (no hablo solo de Lima) y en donde pareciera imperar solamente la ley de la selva, gana el más rápido, el más duro, el más salvaje. Muchos de nosotros seguramente hemos caído también en meter el auto, en acelerar, en cerrar por casi un tema de instinto de supervivencia. Es aquí donde me detengo y  me pregunto, ¿nos hace felices vivir así?, ¿manejar así?, ¿transitar así? En mi caso, la respuesta es no. Y sé que no soy la única. Por eso quiero invitarlos a unirse a una Campaña que busca rescatar la responsabilidad personal que todos tenemos en contribuir a generar un cambio . Sé perfectamente que no podremos cambiar a todos, pero con que cambiemos cada uno de nosotros, y con ello inspiremos a una, dos o más personas, ya estaremos haciendo la diferencia. La Campaña “YO CEDO EL PASO” busca que todos los que conducimos un auto (pri

Campaña: YO CEDO EL PASO

Escenario : Av. De los Patriotas en San Miguel. Hora : entre 6:00 y 6:30 pm. Contexto : día laborable, regresaba rumbo a casa luego del trabajo. En una esquina con semáforo, mi ruta requería doblar a la derecha y  me encontraba detenida lejos aún del semáforo porque tenía enfrente la luz roja y había tráfico regular. En la esquina había también un grupo de peatones a la espera de que el semáforo finalmente  cambiara para poder felizmente cruzar. Sucedió que cuando el semáforo cambió y los carros que venían en dirección recta se detuvieron  y ellos tenían la prioridad para cruzar, todos los carros que venían como yo interesados en voltear hicieron prevalecer la fuerza del más grande y cortaron el paso al grupo de peatones. Fui testigo de cómo a pesar de dos cambios consecutivos de luz en el semáforo, y de que este grupo de peatones se encontraba correctamente buscando cruzar en la esquina sobre el crucero peatonal, no tenían oportunidad de hacerlo. Todos los carros (conducid

Anita y el Orgullo

Este blog recibe visitas de distintos puntos de nuestro pequeño globo, lo vistan desde Estados Unidos, Perú, Argentina, México, Colombia, Chile, España, República Dominicana, Paraguay, Venezuela y Holanda, y ha tenido en su momento también entradas desde Italia e Israel, esto obviamente me emociona y me desafía también, podría quedarme en la preocupación de ¿cómo compartir algo que tenga sentido y relevancia para personas de diferentes rincones?, felizmente, recuerdo que al final todos, más allá del lugar geográfico donde nos encontremos somos humanos, de carne y hueso, y aquellas cosas que nos duelen suelen ser más o menos las mismas y así también, aquello que nos emociona, que nos anima, que nos hace felices, también suele repetirse más allá del paquete con que vaya envuelto. Y traigo así a colación un recuerdo de mi etapa escolar, un muy feliz recuerdo de cuando incursioné en las tablas del teatro y montamos en quinto de secundaria junto a un grupo de primeras actrices la o

Help!!

Si me preguntaran como me veo a mi misma creo que hoy sería capaz de reconocer que soy una persona, un ser muy de carne, hueso y mucho espíritu, llena de dones, amores, pasiones y también mis buenos talones de Aquiles. Quizás antes hubiera caído en una “pseudo” modestia que en ocasiones nos impide ver y por ende reconocer los muchos dones con los que fuimos bendecidos el mismo día de nuestro nacimiento, aspectos, características que vinieron con nosotros al mundo (como un buen par de pulmones capaces de llorar fuerte, fuerte para reclamar que andábamos a punta de hambre), y muchos dones también que recibimos de nuestros padres desde chiquitos, de gente significativa, de amigos. Y como todo don, si no sabemos ponerlo en talento, si es tan sólo un tesoro oculto, no tiene valor. Los dones para que sean valiosos hay que usarlos, ponerlos al servicio de los demás, de nosotros mismos. Hoy siento orgullo al saber que cada día me hago más consciente de dichos dones y busco ponerlos en pr

Santorín

Años atrás, casi casi en tiempos remotos (se siente así al menos) tuve ocasión de vivir un poco nómadamente. En poco tiempo (creo que 3 años) cambie como 4 veces de domicilio, más por necesidad que por deseo. Hoy reconozco que esas épocas me ayudaron a hoy valorar mucho más aún tantas cosas, igualmente fueron épocas un tanto difíciles. Hoy recordaba especialmente algo que me caracterizó en esa época, me resistía a sentir mío el espacio donde vivía (obviamente porque en primer lugar no lo era) y especialmente porque me costaba mucho arraigar y sentir que luego tenía que partir nuevamente (así fuera a otro distrito). Recuerdo en especial el tiempo que compartimos departamento con mi hermano, gracias a su generosidad pues me subvencionaba ya que yo no podía aún pagar a mitades un alquiler completo. En ese depa en Surco mi cuarto era chiquito y tenía una pared de drywall (en el plano original era una salita de star y para independizarlo como dormitorio habían colocado una pared d

Mini Tips

Hoy comparto un post atípico, me permito la licencia ya que encuentro puede ser de utilidad para algunas personas. Quienes me conocen (en persona, ya que quienes siguen Coaching Ahora igual me vienen conociendo de a poquitos también) recordarán que he tenido oportunidad de trabajar hace ya varios años en temas de selección de personal, así como en asesoría en transición laboral. Por ende, tengo algo de experiencia en el rubro  y en más de una ocasión me han pedido apoyo, sugerencias, “tips” para presentarse a entrevistas, procesos, etc. Lo mismo sucedió el día de hoy, recibí el correo de una amiga muy querida que después de haber tenido dos hijos maravillosos y haber dedicado un tiempo valiosísimo a estar a su lado acompañándolos a crecer, ha tomado la decisión de volver al ambiente laboral y me pedía orientación dado que está varios años fuera de ese ambiente. Me encantó su correo. Por otro lado, hace mucho ya que no estoy en la línea de batalla de Selección por ende no me encue

Don Elección

Me gustaría hoy introducir aquí a un personaje al que conocí recientemente, o más preciso aún, a quien bauticé recientemente como: “ Don Elección ”. Y ¿quién es Don Elección? Verán ahora que lo describa que todos conocemos (y que alegría incluso muchos somos) “Don Elección”. Primero un poco de contexto. En una reunión trimestral fuera del país donde un grupo de líderes compartía con todos los colaboradores de la organización el avance de resultados, los principales desafíos y próximos lanzamientos, uno de los líderes marcó una diferencia. Al momento de finalizar su intervención, mencionó que quería compartir con todos un aviso que había leído a su segundo día de llegada al país (en su calidad de gerente expatriado), y que había guardado desde ese día para un momento especial y creía había llegado ese momento. Sacó literalmente una hoja de periódico y se dispuso a leer. Todos nos mirábamos un poco sorprendidos porque no entendíamos bien de que se trataba aquello. Y comenzó a l

Pedir y Querer

En las últimas semanas, he tenido la suerte de asistir a algunos eventos que me han teletrasportado a mis años de estudiante y mejor aún, a momentos en que disfrutaba de clases magistrales por la calidad de los maestros (sí tal cual, he tenido grandes y buenísimos maestros tanto en Arequipa, aquí en Lima como en Barcelona). Mi gratitud a cada uno de ellos. Y fue en una clase reciente que escuché la conocida historia del Rey Midas con un matiz diferente. Retomo aquí brevemente la historia primero… Había una vez un rey muy bueno que se llamaba Midas. Sólo que tenía un defecto: que quería tener para él todo el oro del mundo. Un día el rey midas le hizo un favor a un dios. El dios le dijo: -Lo que me pidas te concederé. -Quiero que se convierta en oro todo lo que toque - dijo Midas. -¡Qué deseo más tanto, Midas! Eso puede traerte problemas, Piénsalo, Midas, piénsalo. -Eso es lo único que quiero. -Así sea, pues - dijo el dios. Y fueron convirtiéndose en oro los vesti

Montaña Rusa de Emoción

Luego de unas felices vacaciones y de haber visitado ciudades de ensueño vuelvo a mi cubil felino donde me detengo un momento para saborear, valorar, meditar, y un largo etcétera de verbos que al parecer terminan mayoritariamente en “ar”. Y me encanta. Los días a veces pasan tan rápidamente que no siempre me doy el tiempo para parar y digerir todo lo que voy viviendo. Y este es mi espacio por excelencia para hacer eso. Hay semanas en que me vienen muchas ideas a la mente en función a lo que vivo, veo, siento. No todas esas ideas llegan a plasmarse aquí. Definitivamente mi productividad mental es mayor a mi productividad física. El tema de hoy ha estado en mi cabeza por varios días (casi ya semanas) y no quiero que se me escape así que hoy me siento nuevamente para “parar” y compartir, pero sobre todo para digerir lo que yo misma vivo y siento. ¿Han tenido ocasión de subir a una montaña rusa? Imagino que más de uno sí. Personalmente yo suelo disfrutar muchísimo con todo los