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Conectar a la Energía


¿Han reparado en los muchos enchufes que rodean nuestras actividades del día a día? Enchufamos el cargador del celular o móvil, enchufamos la lámpara que nos brinda luz en las noches, el computador en el trabajo, en casa, cargamos las baterías de la cámara de fotos, el microondas… y un largo etcétera. Muchos de los aparatos que son hoy por hoy “básicos” para nuestro funcionamiento requieren de ser enchufados a alguna fuente de energía (esperemos que no sea en un futuro muy lejano que esas fuentes puedan ser cada vez más energías renovables!).

Y es justamente sobre ese “conectar la energía”, “conectara A LA energía” que hoy quisiera proponer en este espacio de Coaching Ahora. Qué mejor manera de hacerlo, que a través de una historia.

Todos los Lunes cito a mi equipo para una reunión de inicio de semana. La idea de este espacio es ponernos al día mutuamente, conocer cómo hemos pasado el fin de semana, compartir cuáles son los grandes temas a sacar adelante la semana que inicia, etc. Y dado que el trabajo que venimos realizando los últimos meses es cada día más retador (y muchas veces incluso, agotador), encuentro que este espacio también es una oportunidad para parar y disminuir un poco las revoluciones.

Justamente esa fue mi intención cuando el domingo de la semana pasada decidí que para la reunión del día siguiente optaría por hacer algo diferente, alguna actividad, algún ejercicio/dinámica que nos permitiera como equipo respirar un poco del agitado trajín laboral. Se me ocurrió trabajar con ellos una versión adaptada de un ejercicio individual donde se le invita a la persona a construir su escudo personal (identificando sus fortalezas, sus logros, sus áreas de oportunidad, su lema…)

En este caso lo haríamos como equipo. Sin que supieran el objetivo de la actividad nos repartimos al azar instrucciones pensando siempre en el equipo, donde luego de identificar (2 fortalezas, 2 características únicas, 2 logros, 2 desafíos y 1 lema) teníamos que pasar a dibujarlos o graficarlos para armar finalmente el escudo. Y como suele ocurrir con estos espacios de creatividad el resultado superó con creces el objetivo inicial.

Les compartí en ese momento cuál había sido mi intención al invitarlos a construir juntos nuestro escudo. El equipo que trabaja conmigo se caracteriza por tener una energía enorme, una buena vibra, suelo recibir comentarios positivos de ellos y quería que nos detuviéramos a poner en blanco y negro qué era lo que hacía de nuestro equipo algo especial y positivo.

El resultado fue que cada uno compartió cosas que veía en el equipo que conformamos que creo no eran siempre evidentes para el resto, o si lo eran, fue sumamente grato conocer que eran sentimientos, creencias, compartidas. Me volví a sorprender con la enorme sensibilidad que tiene cada uno de los chicos del equipo y su capacidad para condensar tantas cosas buenas en un gráfico, una imagen, una idea. Para mí, en ese momento conectados como equipo y de manera individual a un enchufe de energía a una potencia enorme. Nos conectamos con aquello de bueno que todos tenemos, que ponemos en juego en nuestras interacciones. Fue una experiencia súper grata.

El escudo que armamos resultó siendo una obra de arte bastante abstracta y sin un arriba y abajo, o izquierda-derecha, eso al final fue lo de menos. Salí de allí pensando con cuánto frecuencia hablamos de las cosas buenas, cuántas veces al día, a la semana, al mes nos permitimos decirles cosas buenas a los demás, decirnos a nosotros mismos lo orgullosos que estamos de nuestros logros, de nuestras pequeñas victorias.

Mi propuesta esta semana es que nos atrevamos a enchufarnos nosotros a la energía. Que enchufemos nuestras relaciones, nuestro trabajo a una fuente de energía. El hablar de las cosas buenas, puede ser una fuente. Estoy segura que cada uno puede encontrar diversas formas de conectarse a una poderosa corriente.

Y de cierre algunas preguntas que nos inviten a la reflexión:

¿Cuáles son las principales fuentes de energía en mi vida?, ¿con qué frecuencia las utilizo?

Y de ahí a la acción:

¿qué haré diferente a partir de ahora para enchufarme más y mejor y recargar mis baterías?

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