Esta semana tuve oportunidad de ver dos películas que disfruté mucho: “The Boys are back” (De vuelta a la vida) en cartelera actualmente y “The Bucket list” (Antes de Partir) con Morgan Freeman y Jack Nicholson. Ambas películas tocan un tema sobre el que no suele gustarnos hablar en general: la muerte. En la primera película era lo intempestivo con que puede ocurrir a veces y en la segunda, el enfrentarse con la finitud de la vida los temas que enlazan las historias.
Me quedé pensando inevitablemente en cómo la muerte suele ser la mayor invitación para pensar justamente sobre la vida. Y el tema a compartir con Uds. esta semana se eligió así prácticamente solo. Este año tengo la suerte de tener una agenda muy bella que me acompaña desde el inicio de este 2011. Elegí esta agenda por el título que lleva: “Live with intention” (Vivir con intención). Y es justamente esa la elección que quiero hacer para este 2011. Quiero llenar mi pizarra en blanco intencionadamente.
En una de las escenas entre los personajes de Morgan Freeman y Jack Nicholson, (sentados en una de las pirámides de Egipto), Carter (Freeman) comparte con su amigo:
“Sabes que los antiguos egipcios tenían una creencia muy bella acerca de la muerte. Cuando sus almas se aproximan a las puertas del cielo, los guardianes les hacen dos preguntas. Las respuestas a estas preguntas determinan si estarán en condiciones de ingresar o no al paraíso. ¿Has encontrado dicha en tu vida?, ¿Has traído dicha a la vida de otros?.”
Pequeñas tremendas preguntas, ¿verdad? Y qué responsabilidad más grande, vivir con dicha nuestra propia vida (alejarnos de la queda, de la comparación, de la crítica…) y traer dicha a la vida de las personas que están a nuestro alrededor. Se me ocurre que sería muy útil llevar una especie de registro de a cuántas personas regalamos con momentos gratos, con palabras amables, con gestos amorosos en nuestro día a día.
Siempre que he tenido oportunidad de brindar alguna formación sobre inteligencia emocional y hablamos de la empatía (que podemos definir de manera sencilla cómo la capacidad de ponerse en el lugar del otro y hacerle saber que entendemos cómo siente o piensa); suelo enfatizar que la verdadera empatía se prueba no con quienes congeniamos fácilmente, sino justamente con quienes aparentemente no tenemos tanta química o incluso con quienes menos simpatía nos merecen. Por eso mismo sigo pensando que la empatía es una de las habilidades que más trabajo nos requieren para desarrollar.
Y dado que la semana pasada hablábamos de la pizarra en blanco, esta semana, junto con mi deseo de que todos podamos vivir con intención cada uno de nuestros días, les dejo la letra de una de mis canciones favoritas para que nos enamore esta semana:
Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas,
Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.
Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se ocupe de ti el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina.
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Gracias al maestro Sabina por poner en palabras esos anhelos que creo todos compartimos en el corazón. Y como de toda buena reflexión la mejor decisión es pasar a la acción, la pregunta que propongo para esta semana es:
¿Con qué intención quiero vivir mi trabajo, mis estudios, mi vida en familia?, ¿Qué haré diferente a partir de hoy para hacer cada día más concreta esa intención?
Y que gane el QUIERO la guerra del DEBO (me permito una pequeña variación a la letra original!)
Que lindo Andrea, me encantaron tus mensajes.
ResponderEliminarY que dificil contestar esas dos preguntas de "The Bucket List", más aún en un mundo que nos impone laboral y socialmente a siempre "querer más" y estar "siempre insatisfechos".
Ya tengo un tema sobre el cual meditar esta semana. Gracias!